En los últimos meses, el fútbol argentino registró más de 20 lesiones de ligamentos de rodilla que afectaron jugadores de élite. Desde el Colegio de Kinesiólogos de la Provincia de Buenos Aires (Cokiba) los expertos explican las razones de este fenómeno que pone en riesgo la salud de los atletas y la performance de los equipos de fútbol de primera división. ¿Se desmorona el mito de que los deportistas de alto rendimiento, que se dedican plenamente a su preparación, están exentos de lesiones?
El Licenciado Andrés Thomas, miembro de la Comisión de Docencia e Investigación del Colegio de Kinesiólogos de la Provincia de Buenos Aires (CoKiBA), aporta la mirada desde la profesión que resulta clave para la prevención de estas lesiones y para la recuperación posterior: “La inusual frecuencia de lesiones ligamentarias puede atribuirse a varios factores, entre ellos, la intensificación del calendario de partidos.
En estas semanas se han dado casos de partidos que se juegan cada tres o cuatro días. Antes jugaban cada semana, y muchos jugadores pueden no estar preparados para este ritmo europeo", comenta el experto. Además, destaca que las condiciones de entrenamiento y la infraestructura pueden ser deficientes en comparación con las ligas europeas. “Si bien son jugadores de élite no están capacitados para jugar cada tres días como pasa. No podemos compararnos con los jugadores europeos. Se le está exigiendo lo mismo pero no le damos iguales condiciones: que coman bien, que viajen y descansen de manera correcta”, ejemplificó Thomas.
"Hay diferentes realidades en las lesiones deportivas. Las menores, como desgarros de isquiotibiales, son comunes. Sin embargo, las de mayor impacto, como las rupturas del ligamento cruzado anterior, dejan a los futbolistas fuera del campo durante meses", explicó Thomas.
La lista de lesiones en el fútbol argentino en 2024 es alarmante. Jugadores como Lucas Passerini, Ulises Sánchez, y Gastón Togni han sufrido rupturas del ligamento cruzado anterior, entre otros casos. Aunque estas lesiones son frecuentes, Thomas señaló que la incidencia relativa no ha aumentado exponencialmente. "Por minutos jugados, hay más o menos la misma incidencia de lesiones. La noticia impacta mucho porque la misma cantidad de partidos se han jugado en menos tiempo", agregó.
La recuperación de estas lesiones es un desafío tanto para los jugadores como para los clubes. "Las presiones económicas pueden acortar los tiempos de rehabilitación, lo que no siempre es beneficioso para la salud a largo plazo del jugador", afirmó Thomas.
Para aquellos que practican deportes recreativos, Thomas ofrece consejos para prevenir lesiones. "Es fundamental no descuidar la alimentación, el descanso y otros factores periféricos que pueden influir en la salud física", concluyó el experto.
“Las lesiones ligamentarias en el fútbol argentino son un problema preocupante que requiere una evaluación cuidadosa de sus causas y soluciones. Con una mayor conciencia sobre la importancia del descanso, la nutrición y la preparación física adecuada, es posible reducir la incidencia de estas lesiones y proteger la salud de los jugadores”, explicó el kinesiólogo.
Amateurs y actividades recreativas: cómo prevenir lesiones. Entrevista a Thomas
¿Qué previsiones pueden tomar quienes no son profesionales para evitar este tipo de lesiones?
“Una persona puede jugar recreativamente los fines de semana y entrenar casi la misma cantidad de horas a la semana como un deportista profesional. ¿Cuál es la mayor diferencia que hay? No es la preparación ni el tratamiento de rehabilitación, está en los tiempos muertos. El profesional después de rehabilitarse, va a su casa y descansa. No tiene que trabajar 8-9 horas por día, ni tomar un transporte público. En los casos del deportista amateur, no hay que enfocarse solo en el entrenamiento. Los factores periféricos no dejan de ser menos importantes, como la alimentación, el descanso”, explicó el experto.
¿Cuáles son los factores de riesgo más importantes que provocan lesiones?
Los deportistas son sistemas dinámicos complejos, entonces no solo importan cuáles son los factores de riesgos más importantes, sino las relaciones entre los factores. O sea, cuando se suman dos o tres factores, cada uno puede potenciar al otro.
Se puede hablar de modificables y no modificables, cuando uno trabaja con un deportista hay que concentrarse en los modificables. El más importante es el nivel de entrenamiento, cómo esa persona se prepara, se entrena, se cuida, como descansa y como se alimenta, además de la calidad de movimiento, esfuerzo, potencia y resistencia.
¿Qué medidas de prevención deberían tenerse en cuenta?
Lo importante es estar siempre preparado físicamente porque así se achica la brecha en las posibilidades de lesionarse. Obviamente nunca se puede asegurar 100% de que no ocurran lesiones, pero uno cuando mejor preparado está, se entrena en forma correcta junto a un profesional, es menos probable y cada persona, en cada deporte, en cada edad tiene una forma diferente de entrenamiento.
¿Qué ejercicios o rutinas de calentamiento son recomendables?
Por ejemplo: en el fútbol o en el rugby, ejercicios de calentamiento de unos 20 minutos. Una batería de ejercicios progresivos con diferente dificultad donde se trabajan la movilidad, el control motor, la fuerza, los gestos de cambio de dirección que hacen que preparen a los deportistas para afrontar la actividad siguiente. Y se ha demostrado en especial en deportistas amateur, en adolescentes, universitarios muy buenos resultados.
¿Cómo mejorar la técnica de postura para evitar lesiones?
Es complejo decirlo, pero el kinesiólogo profesional especialista en deporte tiene que hacer una buena evaluación sobre los factores de riesgo que puede tener esa persona. Si tiene déficit de movilidad, de control motor, de fuerza y a partir de ahí planificar la mejor estrategia para prevenir los factores de riesgo.
¿Qué papel tiene el fortalecimiento muscular en la prevención de lesiones?
Durante mucho tiempo se habló más de la movilidad, del control motor y la coordinación y se dejó de darle importancia a la fuerza. Pero en los últimos años ha vuelto a tomar auge el entrenamiento de la fuerza como uno de los puntos principales para entrenar y mejorar la prevención de lesiones. Pensemos que por más que tenga buena movilidad y control motor, cuando el deportista tiene que frenar, cambiar de dirección o caer de un salto, además de hacerlo de manera correcta, es mucha la fuerza que hay que realizar. O por ejemplo cuando hay que hacer un pique a máxima velocidad o sprint, los músculos isquiotibiales deben realizar unos toques de fuerza muy altos, entonces es muy importante prepararlos.
¿Hay algún consejo para mantener el equilibrio entre el entrenamiento y el descanso?
Es muy personal. Con un deportista amateur es más difícil planificar con relación a un deportista profesional, porqué aunque puede competir, también tiene una vida en la que trabaja 8 o diez horas, tiene familia y otras actividades. Hay pacientes que preguntan cómo me puedo lesionar si entreno tantas horas. A veces la falta de descanso hace que no se puedan obtener buenos beneficios del entrenamiento. O no se alcanzan a recuperar y aparece lo que llamamos el sobreentrenamiento por el cual la persona cada vez entrena más pero también está más cansado o fatigado. Por eso tener una correcta organización del entrenamiento, pero también del descanso y recuperación, es fundamental para evitar lesiones.
¿Cómo advertimos sobre una posible lesión o que pueda estar en desarrollo?
Siempre lo más importante es acudir a un profesional formado, especialista, de confianza, que centre la rehabilitación en el paciente y prepare el cuerpo de ese deportista para poder enfrentar las demandas de esa actividad. Si tenemos una lesión deportiva y el kinesiólogo que nos ve solo nos aplica agentes pasivos y nos tiene sentados en una camilla, seguramente nos va a recuperar del dolor pero no nos va a preparar para no tener recaídas. En cambio, si tenemos una rehabilitación centrada en la actividad física, en recuperar y preparar ese tejido para las demandas que nos va a dar esa actividad deportiva cuando retomemos, ahí vamos en el buen camino.